LA ACUPUNTURA CHINA Y LA MEDICINA OCCIDENTAL
Aunque la acupuntura tiene una relativamente reciente (y creciente) incorporación a la medicina occidental convencional, cuenta en realidad con una historia milenaria como recurso terapéutico en la medicina oriental, de la que se beneficia un altísimo porcentaje de la población mundial actual. Como referencia histórica, las primeras agujas de metal de las que se tiene conocimiento datan de la época de los Han (siglo II A.C.); fueron descubiertas en 1968, en el monte Xiling, en la región de Mancheng, provincia de Hebei, en la tumba de Liu Sheng y su mujer; allí se encontraron cuatro agujas de oro, cinco de plata, dos filiformes y una aguja triangular.
Desde que se inició su aplicación en occidente como metodología terapéutica la acupuntura ha recibido diversos aportes conceptuales (bioquímicos, neurológicos...) que han hecho más comprensible su mecanismo de acción desde el punto de vista “cientificista” de la mentalidad occidental (pero que si bien han ayudado a “explicar”, no han mejorado su eficacia terapéutica) y han ido perfilando un extenso campo de actuación.
En el presente la acupuntura es una técnica terapéutica que facilita un abordaje completo o complementario en diferentes situaciones de pérdida de la salud (sin olvidar además sus posibilidades “preventivas”).
La acupuntura nos ofrece además soluciones alternativas a los problemas de salud desde un paradigma teórico diferente, donde se manifiesta la tendencia oriental a comprender antes que a explicar, con lo que ello conlleva de percepción holística de la realidad del paciente.
Simultáneamente y de manera progresiva la acupuntura ha ido perdiendo en occidente una errónea y falsa imagen de práctica exotérica, de medicina mágica de curanderismo chamán...
Nadie duda ya hoy de la validez y efectividad de los resultados de la acupuntura como técnica terapéutica rigurosa y efectiva.
En otro orden de cosas, a mayor nivel de desarrollo los ciudadanos se interesan de forma creciente por la gestión de su propia salud y demandan cada vez más medidas preventivas y de protección. Ante esta demanda social las instituciones sanitarias empiezan a prestar atención a la acupuntura y hay un número creciente de profesionales de la salud que recomiendan a sus pacientes el uso de técnicas de acupuntura como métodos alternativos o complementarios.
Tanto en Europa como en EEUU hay numerosa investigación y experiencias clínicas que demuestran fehacientemente la eficacia terapéutica de la acupuntura. No olvidemos que desde 1978 (1979 para algunas publicaciones), la Organización Mundial de la Salud, baluarte de la Medicina Occidental, recomienda la acupuntura como tratamiento de primera elección en 43 patologías concretas.
En los últimos años, sociedades occidentales como la inglesa, la alemana o la norteamericana, han ido implantando la acupuntura dentro de sus servicios de salud:
“…el 90% de los servicios de tratamiento del dolor del Reino Unido y el 70% de Alemania incluyen la acupuntura entre los tratamientos que dispensan…” (publicado por la OMS, el 22 de junio de 2004:
http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2004/pr44/es/index.html
En los E.E.U.U, en 1993, la Food and Drug Administration (FDA) estimaba que los americanos hacían cada año de 9 a 12 millones de visitas a los acupuntores. En 1992 se fundó en el seno del NHI, la Office of Alternative Medicine (OAM) para evaluar y dar a conocer la efectividad de las prácticas médicas no convencionales, en especial de la acupuntura.
Actualmente, se estima que en los E.E.U.U hay más de 20.000 acupuntores licenciados, una tercera parte de los cuales son médicos. Un millón de americanos reciben acupuntura cada año, y el número va en aumento. Las compañías aseguradoras cubren cada vez más los tratamientos con acupuntura y en la actualidad, cerca de un tercio de las Health Maintenance Organizations (HMO) cubren ya los tratamientos de acupuntura.
En Bethesda, en noviembre de 1997, un congreso organizado y patrocinado por el National Institute of Health, NIH recogió la bibliografia producida de enero 1970 a octubre de 1997, unas 2302 referencias
(https://www.nlm.nih.gov/archive/20040823/pubs/cbm/acupuncture.html)
En la inauguración del congreso, el director de la Oficina de Medicinas Alternativas del NHI dijo que “no sólo las medicinas complementarias y alternativas pueden ser examinadas con los mismos criterios que la medicina occidental profesional, sino que deben serlo". Así lo publicaba el diario El Mundo http://www.elmundo.es/salud/268/06N0121.html.
Veinticinco expertos procedentes de diversos campos expusieron allí sus conclusiones basadas en evidencias científicas, que fueron debatidas ante los 1200 especialistas y en ellas se decía “se han deducido resultados prometedores que demuestran la eficacia de la acupuntura, por ejemplo en las nauseas o vómitos de la quimioterapia y postquirúrgicas, así como en el dolor dental postoperatorio. Existen otras situaciones como las adicciones, la rehabilitación de los accidentes vasculares cerebrales, el dolor de cabeza, los dolores menstruales, el codo del tenis, la fibromialgia, el dolor miofascial, la osteoartritis, el dolor de espalda, síndrome del túnel carpiano, y el asma, en los que la acupuntura puede ser útil como tratamiento complementario o como alternativa aceptable para ser incluida en un amplio programa de tratamiento. Búsquedas adicionales muestran probablemente otras áreas en las que las intervenciones de acupuntura pueden ser útiles.” Acupuncture. NIH Consensus Statement Online 1997 Nov 3-5; month, day]; 15(5):1-34. https://consensus.nih.gov/1997/1997acupuncture107html.htm
También en las universidades públicas centroeuropeas se llevan a cabo estudios e investigaciones. Dos investigaciones a gran escala llevadas a cabo por el doctor Hanns-Peter Scharf y colaboradores en la Universidad de Heidelberg (Alemania), confirman que la acupuntura, en combinación con los medicamentos, es eficaz contra las dos causas más comunes de dolor crónico: la artritis de las rodillas y los dolores de espalda. Los estudios fueron publicados en la prestigiosa revista Annals of Internal Medicine.
En la actualidad en España la acupuntura se practica ya en diferentes medidas dentro de los sistemas públicos de salud y está incluida en las prestaciones de algunas compañías de seguros de salud privadas.
Así pues, el antiguo debate entre “acupuntura Si o acupuntura No” ha sido suplantado por el debate actual sobre la regulación formal de la aplicación de estas técnicas. Nadie hoy se atreve a cuestionar ya la validez de la acupuntura como terapia. A ello han contribuido fenómenos como los numerosos efectos secundarios indeseables de diferentes medicamentos. También el hecho de que un sector creciente de terapeutas, aplicando estas técnicas con rigor, esté generando una plena satisfacción entre la población diana. El hecho de que en los países más desarrollados los ciudadanos se interesen de forma creciente por su propia salud y demanden medidas preventivas y de protección. El hecho de que la acupuntura haya demostrado su validez terapéutica en un “tribunal” tan riguroso como la F. D. A. norteamericana. El hecho de que la O. M .S. recomiende la acupuntura como terapia de primera elección en diversas patologías, como ya hemos indicado. Todo ello ha contribuido al auge de la acupuntura en occidente hasta el punto de lograr que prestigiosas publicaciones científicas de investigación médica hayan pasado de denostar a dedicar hoy con relativa frecuencia parte de su espacio a las medicinas no convencionales, incluida, por supuesto, la acupuntura.
Desde que se inició su aplicación en occidente como metodología terapéutica la acupuntura ha recibido diversos aportes conceptuales (bioquímicos, neurológicos...) que han hecho más comprensible su mecanismo de acción desde el punto de vista “cientificista” de la mentalidad occidental (pero que si bien han ayudado a “explicar”, no han mejorado su eficacia terapéutica) y han ido perfilando un extenso campo de actuación.
En el presente la acupuntura es una técnica terapéutica que facilita un abordaje completo o complementario en diferentes situaciones de pérdida de la salud (sin olvidar además sus posibilidades “preventivas”).
La acupuntura nos ofrece además soluciones alternativas a los problemas de salud desde un paradigma teórico diferente, donde se manifiesta la tendencia oriental a comprender antes que a explicar, con lo que ello conlleva de percepción holística de la realidad del paciente.
Simultáneamente y de manera progresiva la acupuntura ha ido perdiendo en occidente una errónea y falsa imagen de práctica exotérica, de medicina mágica de curanderismo chamán...
Nadie duda ya hoy de la validez y efectividad de los resultados de la acupuntura como técnica terapéutica rigurosa y efectiva.
En otro orden de cosas, a mayor nivel de desarrollo los ciudadanos se interesan de forma creciente por la gestión de su propia salud y demandan cada vez más medidas preventivas y de protección. Ante esta demanda social las instituciones sanitarias empiezan a prestar atención a la acupuntura y hay un número creciente de profesionales de la salud que recomiendan a sus pacientes el uso de técnicas de acupuntura como métodos alternativos o complementarios.
Tanto en Europa como en EEUU hay numerosa investigación y experiencias clínicas que demuestran fehacientemente la eficacia terapéutica de la acupuntura. No olvidemos que desde 1978 (1979 para algunas publicaciones), la Organización Mundial de la Salud, baluarte de la Medicina Occidental, recomienda la acupuntura como tratamiento de primera elección en 43 patologías concretas.
En los últimos años, sociedades occidentales como la inglesa, la alemana o la norteamericana, han ido implantando la acupuntura dentro de sus servicios de salud:
“…el 90% de los servicios de tratamiento del dolor del Reino Unido y el 70% de Alemania incluyen la acupuntura entre los tratamientos que dispensan…” (publicado por la OMS, el 22 de junio de 2004:
http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2004/pr44/es/index.html
En los E.E.U.U, en 1993, la Food and Drug Administration (FDA) estimaba que los americanos hacían cada año de 9 a 12 millones de visitas a los acupuntores. En 1992 se fundó en el seno del NHI, la Office of Alternative Medicine (OAM) para evaluar y dar a conocer la efectividad de las prácticas médicas no convencionales, en especial de la acupuntura.
Actualmente, se estima que en los E.E.U.U hay más de 20.000 acupuntores licenciados, una tercera parte de los cuales son médicos. Un millón de americanos reciben acupuntura cada año, y el número va en aumento. Las compañías aseguradoras cubren cada vez más los tratamientos con acupuntura y en la actualidad, cerca de un tercio de las Health Maintenance Organizations (HMO) cubren ya los tratamientos de acupuntura.
En Bethesda, en noviembre de 1997, un congreso organizado y patrocinado por el National Institute of Health, NIH recogió la bibliografia producida de enero 1970 a octubre de 1997, unas 2302 referencias
(https://www.nlm.nih.gov/archive/20040823/pubs/cbm/acupuncture.html)
En la inauguración del congreso, el director de la Oficina de Medicinas Alternativas del NHI dijo que “no sólo las medicinas complementarias y alternativas pueden ser examinadas con los mismos criterios que la medicina occidental profesional, sino que deben serlo". Así lo publicaba el diario El Mundo http://www.elmundo.es/salud/268/06N0121.html.
Veinticinco expertos procedentes de diversos campos expusieron allí sus conclusiones basadas en evidencias científicas, que fueron debatidas ante los 1200 especialistas y en ellas se decía “se han deducido resultados prometedores que demuestran la eficacia de la acupuntura, por ejemplo en las nauseas o vómitos de la quimioterapia y postquirúrgicas, así como en el dolor dental postoperatorio. Existen otras situaciones como las adicciones, la rehabilitación de los accidentes vasculares cerebrales, el dolor de cabeza, los dolores menstruales, el codo del tenis, la fibromialgia, el dolor miofascial, la osteoartritis, el dolor de espalda, síndrome del túnel carpiano, y el asma, en los que la acupuntura puede ser útil como tratamiento complementario o como alternativa aceptable para ser incluida en un amplio programa de tratamiento. Búsquedas adicionales muestran probablemente otras áreas en las que las intervenciones de acupuntura pueden ser útiles.” Acupuncture. NIH Consensus Statement Online 1997 Nov 3-5; month, day]; 15(5):1-34. https://consensus.nih.gov/1997/1997acupuncture107html.htm
También en las universidades públicas centroeuropeas se llevan a cabo estudios e investigaciones. Dos investigaciones a gran escala llevadas a cabo por el doctor Hanns-Peter Scharf y colaboradores en la Universidad de Heidelberg (Alemania), confirman que la acupuntura, en combinación con los medicamentos, es eficaz contra las dos causas más comunes de dolor crónico: la artritis de las rodillas y los dolores de espalda. Los estudios fueron publicados en la prestigiosa revista Annals of Internal Medicine.
En la actualidad en España la acupuntura se practica ya en diferentes medidas dentro de los sistemas públicos de salud y está incluida en las prestaciones de algunas compañías de seguros de salud privadas.
Así pues, el antiguo debate entre “acupuntura Si o acupuntura No” ha sido suplantado por el debate actual sobre la regulación formal de la aplicación de estas técnicas. Nadie hoy se atreve a cuestionar ya la validez de la acupuntura como terapia. A ello han contribuido fenómenos como los numerosos efectos secundarios indeseables de diferentes medicamentos. También el hecho de que un sector creciente de terapeutas, aplicando estas técnicas con rigor, esté generando una plena satisfacción entre la población diana. El hecho de que en los países más desarrollados los ciudadanos se interesen de forma creciente por su propia salud y demanden medidas preventivas y de protección. El hecho de que la acupuntura haya demostrado su validez terapéutica en un “tribunal” tan riguroso como la F. D. A. norteamericana. El hecho de que la O. M .S. recomiende la acupuntura como terapia de primera elección en diversas patologías, como ya hemos indicado. Todo ello ha contribuido al auge de la acupuntura en occidente hasta el punto de lograr que prestigiosas publicaciones científicas de investigación médica hayan pasado de denostar a dedicar hoy con relativa frecuencia parte de su espacio a las medicinas no convencionales, incluida, por supuesto, la acupuntura.